El MUNAY, el pequeño vehículo eléctrico que están realizando, a base de un modelo existente, siete alumnos de la Escuela de Educación Secundaria Técnica (EEST) N° 7 “Taller Regional Quilmes” (IMPA), estará impulsado por baterías de níquel-cadmio las cuales son recuperadas de aeronaves.
El pequeño eléctrico se presentará en la Feria Anual que realiza la escuela en noviembre, junto con otros proyectos.
Las fotos se encuentran en su tamaño original.
Los siete alumnos encargados del Munay son: Jorge Echezuria. Ignacio Basile. Demian Heis. Jesús Minaya. Lucero Ordoñez. Faustina Retamar. Celeste Rios.
El profesor a cargo del proyecto, Carlos Bianco, me explicó en exclusiva en la extensa charla que tuvimos, porque están utilizando estas baterías y no las de litio; sí las mismas tienen futuro en el mercado, y también me habló de la tecnología inteligencia artificial que los alumnos desarrollarán para el vehículo.
Las fotos se encuentran en su tamaño original.
LA ENTREVISTA A CONTINUACIÓN:
-¿Qué baterías utilizará el Munay, y de donde provienen?
“El Munay es un vehículo que estaba pensado para utilizar baterías de plomo ácido de ciclo profundo, que son muy caras, pesadas y grandes, ya que prácticamente no dejaban lugar en el vehículo para colocar nada. Nosotros las hemos reemplazado a esas seis baterías por unas recuperadas de aeronaves de níquel-cadmio, que son mas pequeñas y ocupan muy poco lugar y dan una energía mucho más duradera en el tiempo”.
“En la aeronáutica las baterías que están hoy en uso son las de níquel-cadmio, las de litio intentaron usarse, pero tuvieron un problema, ya que causaron varios accidentes, por lo que actualmente todavía están en evolución. En las aeronaves se utilizaron y después se sacaron de servicio porque causaron accidentes. Están en un periodo de ingeniera para modificarlas y mejorarlas. Creo que el futuro está ahí, en el litio, por hoy todas las baterías que utilizan las aeronaves en general son de níquel-cadmio”.
Las fotos se encuentran en su tamaño original.
Así son las baterías de níquel-cadmio.
“Estas baterías tienen una cantidad de ciclos de utilización y luego automáticamente se descartan. Producen una polución importante porque tanto como el níquel como el cadmio son metales pesados, son peligrosos, cancerígenos, entonces la disposición de este tipo de baterías debe ser realizado por empresas especializadas. Nosotros lo que hacemos el prolongar la vida a esas baterías en el uso terrestre, que no implican peligrosidad. Le damos una segunda oportunidad de vida a esta batería”.
“Ahora estamos estudiando cuántos ciclos de vida podría tener. Es un tema que nosotros justamente estamos haciendo la investigación y desarrollo de cuanto es lo que podríamos prolongarle la vida a este tipo de baterías. Hasta ahora nos esta dando muy buenos resultados y con dos baterías de níquel-cadmio estamos reemplazando seis baterías de plomo ácido con volumen de cinco veces las de níquel-cadmio y con un peso prácticamente del triple”.
“Con dos baterías mucho más reducidas y con un nivel de recarga mucho más rápida, porque una de plomo ácido tarda casi 24 horas en regenerarse, en cambio estas en prácticamente en 2 o 3 horas las tenemos cargadas, pero para que se carguen por completo necesitamos 6 horas. La carga es con enchufe convencional”.
Las fotos se encuentran en su tamaño original.
“Pero insisto, es una prueba que estamos realizando, tampoco es una gran cantidad las baterías que podemos recuperar porque estas provienen de una aeronave que ya han utilizado un cierto tiempo. Además depende también de la cantidad de vasos recuperables, porque la batería de níquel-cadmio, no es como la de plomo ácido que tiene separadores internos del electrolito, sino que utiliza vasos, donde cada vaso aproximadamente tiene un uso de unos 40 vasos, dependiendo del tamaño de la batería, y eso en sí, cada uno es una batería conectada entre si por eso da los 24 voltios que necesitamos. El vehículo necesita casi 80 voltios para poder funcionar y se lo damos con dos baterías de 24 voltios”.
“Las baterías son nuestras, provienen de la aviación, las cuales ya no tienen más uso aeronáutico. Los motores son los que trajo el kit, que son dos motores brushless, que funcionan con dos baterías de 24 voltios”.
“Nosotros no estamos usando nada con litio porque obviamente no tenemos la tecnología. Partimos del níquel-cadmio porque acá en la base hay un taller de este tipo de baterías, que es la que utilizan las aeronaves. De litio no tenemos nada en funcionamiento. En el futuro estoy seguro que los aviones las van a utilizar”.
Las fotos se encuentran en su tamaño original.
-¿Cuánta potencia, par y autonomía pensás que va a tener?
“Estamos esperando terminar el vehículo para así poder empezar a tomar los tiempos de duración. Todo lo descubriremos sobre la marcha. Aún no tenemos estimación de cual podría llegar a ser su autonomía porque el vehículo aún no esta terminado. Está en la fase de ejecución. Sí lo hemos probado, y hemos dado vueltas”.
“Además, también tenemos un cargador inteligente para cargar las baterías normales. Lo ideal sería hacerlo a través de cargadores inteligentes, porque estos mismos hacen el mantenimiento de la carga, ya que no la va a sobre exigir y mantiene la carga en forma permanente”.
Las fotos se encuentran en su tamaño original.
-¿Crees que pueden tener futuro en el mercado este tipo de baterías?
“Pienso que sí, no nos olvidemos que son todas alternativas, usar una de litio o de níquel-cadmio son distintas alternativas de distintas tecnologías para el mismo fenómeno. El tema de la generación de energía a través de baterías y fenómenos químicos se encuentra en permanente evolución. Lo que estamos haciendo es aprovechar lo que tenemos, la tecnología que manejamos”.
“Con las baterías de níquel-cadmio contaremos además con unos sensores de temperatura para que no se sobrecalienten”.
Las fotos se encuentran en su tamaño original.
El interior del MUNAY en pleno desarrollo.
-¿La tecnología inteligencia artificial que le van a incorporar cómo funciona?
“Esto es todo diseño de los alumnos, osea ellos se fijaron una meta, que es que el vehículo realice determinadas cuestiones. Todo se basa en los sistemas aeronáuticos. Están formados por un sensor, un transmisor y un indicador. El sensor, censa el fenómeno; el transmisor, transmite, y eventualmente una señal analógica la transforma en digital, y el indicador, indica el fenómeno”.
“Lo que ellos han hecho es determinar lo que sucede en el exterior, por eso han colocado cámaras y sensores. Esto lo procesan en una placa que ellos mismos han diseñado con una computadora que realiza una actividad, que recibe las señales digitales o analógicas, dependiendo del microchip. Eso realiza una indicación de algo determinado a través de una acción, como podría ser el lanzamiento de una bomba de estruendo para correr los pájaros de la pista”.
“Va a tener una computadora dentro del vehículo que le va a ir indicado todo eso, con distintas cámaras que van reflejando al conductor las acciones que tienen que realizar o en forma automatizada porque uno de los objetivos va a hacer automatizar el vehículo, que no necesite un conductor”.
“También pensamos que el vehículo podría manejarse desde una central como si fuera un dron. Los aeropuertos se prestan para esto porque tienen dimensiones y calles muy definidas, por lo que es factible automatizarlo”.
Las fotos se encuentran en su tamaño original.
Los siete alumnos del proyecto MUNAY junto a su profesor Carlos Bianco.
-¿Hay chances de que en el futuro el vehículo pueda ser fabricado por alguna empresa privada?
“No hemos hecho una documentación técnica como para poder fabricarlo en serie. Pero si compran el kit en China lo puede fabricar cualquiera”.
“Este vehículo solo podrá ser utilizado en lugares privados, y no puede estar en espacio público porque no tiene habilitación”.
“El vehículo, que va a hacer un prototipo, lo vamos a tener acá en la escuela. Lo vamos a probar en la base. Este es un aeródromo militar. Le pediríamos permiso a los militares para utilizar el vehículo allí y probarlo. Los proyectos de la escuela en general quedan acá como un antecedente de lo realizado y puede servir para futuros proyectos sobre ese mismo modificandolo. En el futuro podría utilizarlo para hacer algo distinto”.
Las fotos se encuentran en su tamaño original.
Así son las baterías de níquel-cadmio.
El Instituto Tecnológico de Motores (ITM), es una entidad educativa terciaria oficial con articulación universitaria y especialización automotriz que cuenta con las carreras de Tecnicatura Superior en Diseño Industrial orientada al Transporte, y de Mecánica Automotriz, la podes ubicar para inscribirte a través del siguiente mail: info@cursositm.com.ar. Y mediante el teléfono: +54 9 113037-2056 (Whatsapp). Su sede se encuentra en Aristóbulo del Valle 5125, Villa Ballester. Redes sociales: Facebook e Instagram. Su sitio web: aquí.