Por Carlos Norberto Puga: Magister en Educación. Docente Técnico y Creador del Auto Solar “TRONADOR” en 1988. Co- Organizador del primer Tour del Sol Argentina 1990. Co-Organizador del primer Rally Ecológico de la Ciudad de Buenos Aires en 1991. Mail: carlospuga2017@gmail.com. Instagram: @tronadorsolar.
“Las malas leyes hallarán siempre, y contribuirán a formar, hombres peores que ellas, encargados de ejecutarlas”, dijo Concepción Arenal.
Días atrás en varios medios de prensa, distintos periodistas han denunciado el impacto que tienen en lo económico, ecológico y social, la LEY 25761 ”Desarmado de Automotores y Venta de sus Autopartes” (7/7/2003), su DECRETO REGLAMENTARIO No 744/04 (P.E.N. 14/6/2004) y la RESOLUCIÓN 199/05 (30/8/2005).
Como por mi profesión no soy versado en leyes, no me ocuparé de juzgar si la misma es buena o mala. Pero sí señalaré las consecuencias de su aplicación en los aspectos anteriormente citados, como en otros tantos de los que nadie habló.
Lo primero que me llamó la atención de esta Ley, su Decreto Reglamentario y la Resolución, son los AÑOS en que fueron promulgados, (2003, 2004 y 2005) es decir en pleno SIGLO XXI y paradójicamente en el año del nacimiento de “TESLA MOTORS” (2003). Más adelante, entenderán por qué hago hincapié en esto.
Desde la “Cumbre de la Tierra 1972” (ONU) en Estocolmo, pasando por la “2da Cumbre de la Tierra 1992” (ONU) en Río de Janeiro, el “Protocolo de Kyoto 1997” y la Encíclica “Laudato Si” (24/5/2015) escrita por S.S. Papa Francisco, la Argentina tiene participación en Convenios Internacionales o especialistas de primer orden en el CUIDADO MEDIOAMBIENTAL.
Pero evidentemente, a los gobernantes, legisladores, juristas y sus asesores o ignoran el tema, no les importa el mismo, o están mal educados. Caso contrario, no se puede creer que hasta el momento, no hayan promulgado una nueva Ley o corregido la misma y sus anexos.
Somos muchas las voces que desde hace décadas, (en mi caso desde 1988) hemos demostrado con hechos y hablado con distintos sectores, sobre la necesidad de REVERTIR la compleja situación medioambiental, necesitando políticas, leyes y una EDUCACIÓN que ayude a tal fin.
Les comento algunos de los efectos nocivos que esta Ley produce al año:
- 1) Se pierden 600 mil millones de pesos en autopartes (U$D 650 millones al año o U$D 54 millones / mes, al dólar oficial).
- 2) De 4000 piezas que posee en promedio un vehículo, SOLO 30 piezas pueden ser RECICLADAS. El resto, simplemente se destruyen.
- 3) 150 Mil neumáticos son desechados (en buen estado y reutilizables).
- 4) 35 Mil Kg de chapa de acero es vendida como chatarra (para fundición).
- 5) En Argentina (productora de autos) solo se recupera el 1% de las autopartes. En Alemania, entre el 85% y el 95%.
- 6) 4.000 Empleos DIRECTOS podrían ser generados (con mayor reciclaje) y más de 12000 de manera indirecta.
- 7) Actos delictivos (robos, asesinatos, etc.) por el robo de autos para conseguir autopartes, que si no se destruyeran, estarían disponibles en el mercado del reciclaje.
Sin embargo, en países como Francia, Renault en su REFACTORY de FLINS, rearma automóviles con autopartes recicladas, promoviendo la ECONOMÍA CIRCULAR y el CUIDADO MEDIOAMBIENTAL, algo que desde hace décadas se tiene en cuenta en todo el mundo, pero que nuestros políticos desde hace décadas parecen desconocer.
Cuando TESLA se funda en 2003, uno de sus proyectos a largo plazo (hoy) era el RECICLADO de las BATERÍAS para utilizarlas en almacenamiento de energía solar o eólica, o simplemente para reutilizar sus componentes.
Amén de todas las demás autopartes del TESLA que entran en la Economía Circular generando grandes dividendos
¡Y aquí ese mismo año, promulgaron la Ley 25761!
A 20 años, aún en Argentina no se logra RECICLAR más del 1% de un vehículo. También hay que tener en cuenta, la FABULOSA cantidad de recursos que se malgastan y la contaminación que estos producen al momento de fabricarlos y luego al desecharlos. Una HUELLA DE CARBONO impresionante, que solo produce contaminación y pérdidas económicas, pero que nadie refleja en sus estados contables porque es “invisible” o “no interesa”.
Doy un ejemplo:
Para producir la carrocería de un automóvil, se necesita ENERGÍA consumida por hornos de fundición, maquinarias, transporte, almacenamiento, etc., con materias primas e insumos que son procesados o viajan de un lado al otro del país o del mundo.
Todo ello, produciendo una GRAN HUELLA DE CARBONO y obviamente contaminación ambiental en cada paso. Luego el usuario tiene su automóvil. Si por un accidente se le destruye en parte, muchas piezas de esa carrocería (que no se vieron afectadas en el siniestro) pueden ser reutilizadas AHORRANDO valiosos recursos (acero, pintura, etc.) y materias primas, dándoles una nueva vida, y BAJANDO COSTOS de reparación.
Además…, ¿Se imaginan la CREATIVIDAD y FORMACIÓN que podrían desarrollar los chicos y chicas de las ESCUELAS TÉCNICAS o UNIVERSIDADES, como así también los distintos entusiastas de la automoción, al disponer de autopartes certificadas y reutilizables en cantidad, calidad y bajo precio?
¡La cantidad de PROYECTOS que docentes y alumnos/as podríamos emprender! ¡Toda una industria de la economía circular (dentro de la denominada ECONOMÍA NARANJA) que generaría miles de procesos creativos, muchísimos puestos de trabajo y una ECONOMÍA DEL CONOCIMIENTO muy bien desarrollada!
Mi amiga, la Lic. Liana Sabbatella (Presidente de la Cámara Argentina de Empresarios Culturales) es una referente a nivel mundial sobre la Economía Naranja, y organiza actividades de economía circular para capacitar a distintos sectores de la producción, de la educación y el gobierno.
Espero y deseo que esto se revierta. Las nuevas generaciones, podrán disfrutar de esos cambios. ¡Pero por el momento, debo decir que Concepción Arenal, tiene mucha razón en su frase!