Por Carlos Norberto Puga: Magister en Educación. Docente Técnico y Creador del Auto Solar “TRONADOR” en 1988. Co-Organizador del primer Tour del Sol Argentina 1990. Co-Organizador del primer Rally Ecológico de la Ciudad de Buenos Aires en 1991. Mail: carlospuga2017@gmail.com. Instagram: @tronadorsolar.
“En la guerra, practica el disimulo y tendrás éxito”, dijo Sun Tzu.
Días atrás, el presidente checheno, Ramzan Kadyrov, mostró dos camionetas TESLA CYBERTRUCK modificadas para la guerra (con ametralladoras), generando un revuelo en la opinión pública internacional, respecto a la utilización de la Electromovilidad para uso militar.
Por tal motivo, en esta oportunidad, expondré acerca del uso de esta tecnología en el campo de batalla, es decir la guerra.
Quizá, Ud. querido lector, piense que no resulta lógico que un vehículo amigable con el planeta, resulte útil (muy útil) para matar gente.
Y tiene razón. Pero aquí no haré un juicio moral acerca de la utilización de esta tecnología, ya que cualquier guerra fue y es inmoral por naturaleza.
Solo describiré el por qué se la utiliza. Guste o no, siempre las distintas tecnologías desarrolladas por la Humanidad a lo largo de toda su historia, se utilizaron para construir o destruir.
Cybertruks modificadas con Ametralladoras – CHECHENIA 2024.
Recuerde, que en el pasaje de la Edad de Bronce a la Edad de Hierro, también se realizó un cambio en la tecnología militar (el hierro), el cual permitió a sus poseedores, tener la ventaja en el campo de batalla y conquistar a sus adversarios.
Hoy, miles de años después, también la ventaja tecnológica continúa definiendo quien tiene la supremacía militar en los campos de batalla del Siglo XXI.
Deseo aclarar algo. La Electromovilidad no es nueva en la guerra. Es decir, a los que se “sorprendieron” porque Kadyrov utiliza a las Cybertruck, evidentemente, no conocen la Historia Militar.
Cybertruks modificadas con Ametralladoras – CHECHENIA 2024.
Desde hace más de 100 años, la Electromovilidad es utilizada en la guerra, pero en los últimos años se logró perfeccionarla para que resulte cada vez mucho más atractiva (eficiente, económica, etc.) en el uso militar.
Veamos algunos ejemplos…
A comienzos de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), los franceses desarrollaron una forma original de destruir las barreras no explosivas y/o fortificaciones enemigas, con los denominados “Torpedos Eléctricos Terrestres” diseñados por Aubriot –Gabet, los cuales eran autopropulsados, y a control remoto.
Su rasgo característico, fue que necesitaba de una fuente de alimentación externa, un cable de longitud suficiente y… el silencio.
Aubriot-Gabet – Torpedo Terrestre Eléctrico – Francia – 1915.
En este electromóvil, se tuvo en cuenta la máxima simplificación y abaratamiento de la producción, ya que no requería una gran cantidad de componentes complejos y costosos.
Al no existir actualmente datos precisos, se supone que su longitud fue de entre 500 mm y 1500 mm de largo, pero sí un peso confirmado de unos 200 Kg (aprox). Podía llevar una carga explosiva de más de 30 Kg cuya explosión causaba la destrucción de las barreras de alambre o causar daños graves a las fortificaciones y estructuras. Si bien no tenía mucha maniobrabilidad ni fue sumamente exitoso, demostró que la electromovilidad en los campos de batalla era una opción válida.
Ya en la Segunda Guerra Mundial, Alemania sorprende al mundo con tres electromóviles: Los TORPEDOS MARINOS ELÉCTRICOS, los ELEKTROBOOT (Submarinos Eléctricos) y los TORPEDOS TERRESTRES ELÉCTRICOS “Goliath”.
Sus torpedos marinos de la serie G7e (la “e” es de “elektrische”) en sus variantes G7e/T2, G7e/T3 y G7e/T4 «Falke» fueron, los torpedos estándares utilizados por la Kriegsmarine durante toda la guerra. Esta serie G7e, compartía similares características para poder así, ser utilizados en todos los submarinos alemanes (U-boot).
Tenían un diámetro de 530,3 mm, 2440 mm de largo, y en su cabeza de combate transportaban 280 kg del explosivo hexanita.
Todos ellos, estaban propulsados por un motor eléctrico de 100 cv alimentado por 52 celdas de baterías de plomo-ácido, que generaban 92 A/h y necesitaban constante mantenimiento para mantener su fiabilidad.
Torpedo Marino Eléctrico – Alemania (1939- 1945).
Los “ELEKTROBOOT” (Submarinos Eléctricos) sumados a los submarinos Tipo XXI y Tipo XXIII (todos ELÉCTRICOS), lograron demostrar que la tecnología eléctrica era altamente confiable en el uso militar.
Cuando estaba bajo el agua, el Tipo XXI logró navegar a 17 nudos (unos 31 km/h) y solo impulsado por electricidad.
ELEKTROBOOTS – Alemania (1939- 1945).
Eran tan eficientes y avanzados para la época, que todas las potencias aliadas se llevaran al menos uno para estudiarlos y copiarlos.
Hasta 1990, los “Elektroboot” alemanes, sentaron las bases en el diseño de los submarinos de EE.UU, Inglaterra , Francia y U.R.S.S.
Según los capitanes norteamericanos, al realizar maniobras militares con los “Elektroboots” capturados, “…sus motores de arrastre eran verdaderamente silenciosos”.
De hecho, en 1946 toda una flota de barcos de la Marina de EE.UU. (destructores, escoltas de destructores, dirigibles y aviones) practicaban la detección de un Elektroboot y tuvieron que hacer un gran esfuerzo para localizar el submarino cuando estaba sumergido, incluso cuando levantó el esnórquel, su revestimiento de goma desvió eficazmente las ondas de radar, “…las fuerzas aéreas intentaron localizarnos, pero ni siquiera pudieron encontrarnos en la superficie”.
Para cualquier vehículo militar, pero especialmente para los submarinos, ser INDETECTABLES es una fabulosa ventaja en el teatro de operaciones. Y la Electromovilidad cumple con creces ese objetivo.
Pero hacia 1940, Alemania también desarrolla su propio TORPEDO TERRESTRE ELÉCTRICO denominado “Goliath”. Este EV estaba dirigido a distancia a través de cables con una longitud máxima de 650 m. Si bien no se los consideró como un éxito dada su baja velocidad (10 km/h), y peso excesivo para ser transportados por soldados, en la mayoría de casos no lograron su objetivo, pero producían un efecto considerable cuando lo lograban y sentaron las bases para los avances posteriores de tecnologías de control a distancia.
Sus características principales eran: Peso 370 kg, Longitud 1500 mm. Carga explosiva de 60 kg, 2 motores eléctricos 2,5 kW.
Torpedo Terrestre Eléctrico – Alemania (1940 – 1945).
En los años 50 del Siglo XX, EE.UU. desarrolla el “NAUTILUS” un submarino Eléctrico – Nuclear, construido por los astilleros “Electric Boat” y que se convierte en el primero de la historia. Medía casi 100 m de eslora, podía navegar miles de kilómetros sin detenerse, y a una velocidad de crucero de 23 nudos (41,4 Km/h).
Su único límite, para necesitar arribar a un puerto, era la saturación de la tripulación y la necesaria recarga de alimentos. Por todo lo demás, podía funcionar sin parar en ningún puerto del mundo. El reactor nuclear de 2 MW, le brindaba la potencia suficiente para impulsar un motor eléctrico y garantizar todo el abastecimiento de energía a la nave, durante años.
Submarino Eléctrico-Nuclear – “USS Nautilus” SSN – 571 – EE.UU. de América – 1955.
Aquí en la Argentina, contábamos con los submarinos Eléctricos-Diésel (los motores diésel para recargar las baterías) ARA SAN JUAN, ARA SAN LUIS, ARA SANTA CRUZ, ARA SALTA, diseñados y construidos en Alemania. En 2014, Carlos Puga, tuvo la oportunidad de conocer el ARA SANTA CRUZ.
Carlos Puga en la SALA DE TORPEDOS del ARA SANTA CRUZ – ARGENTINA 2014.
Imagen del MOTOR ELÉCTRICO del ARA SANTA CRUZ, tomada por Carlos Puga.
Hoy en pleno Siglo XXI, otros vehículos o armas eléctricas son utilizadas a diario o probadas en laboratorios para las guerras del futuro. Ejemplo de ello, son algunos drones, lanzadores electromagnéticos, vehículos todo terreno, vehículos autónomos, LASERS, robots, etc., etc., etc. que día a día aparecen en los distintos campos de batalla para ser probados en situaciones reales.
Sin duda, las armas eléctricas (entre ellas los Vehículos Eléctricos) son la clave de las guerras actuales y futuras por poseer innegables ventajas: Bajo costo, fácilmente escalables, sigilosas, silenciosas, rápidas, confiables recargables con equipos “in situ”, etc.
Es decir, no es un tema “ecológico” por el cual las continúan desarrollando sino por ser muchísimo más prácticas y baratas. De hecho, cuando Elon Musk lanzó al mercado a la Cybertruck, señaló que era “INDESTRUCTIBLE”, otra gran condición para la guerra.
Si a eso le sumamos que es una FUENTE DE ENERGÍA RODANTE, la cual permite poner en funcionamiento todo tipo de herramientas y equipos eléctricos / electrónicos por varias horas y con el mayor sigilo, y que además cuenta con un formato, diseño y prestaciones tipo “Tanque”, no cabe duda que es el vehículo ideal para el campo de batalla moderno. Estas son algunas de las ventajas, que los EV pueden brindar en combate.
Cybertruks modificadas con Ametralladoras – CHECHENIA 2024.
Pero también los EV se verán beneficiados al ser utilizados en la guerra. Ni bien demuestren sus ventajas en el campo de batalla, los centros de investigación de todo el mundo invertirán recursos sin límites, en el desarrollo de nuevas baterías que brinden mayor autonomía, más seguridad, menor peso y tamaño.
Cybertruck STING para el Campo de Batalla – Protección contra IED/minas + Blindaje de acero + Ametralladora pesada de 14,5 mm.
Hoy una batería de un EV en promedio, posee una capacidad de 250W/h/Kg. La panacea del “Electromundo” es que lleguen a 500 W/h/Kg.
Cybertruck STING para el Campo de Batalla.
Con investigaciones para uso militar, seguramente superarán olgadamente esa cifra en pocos años. Es una cuestión de I+D+i. Y eso cuesta dinero. Mucho dinero.
En una guerra, el dinero para investigación no tiene límites. Evidentemente, Kadyrov dio un primer paso. Y las enseñanzas de Sun Tze, continúan vigentes.
Por Carlos Norberto Puga:
- Magister en Educación.
- Lic. En Comercio Internacional.
- Proyectista en Energía Solar (CENSOLAR / España).
- Docente Técnico.
- Creador del Auto Solar “TRONADOR” en 1988.
- Co-Organizador 1er Rally Ecológico de la Ciudad de Buenos Aires 1991.
- @tronadorsolar en INSTAGRAM.