La industria automotriz tradicional de Europa y USA enfrenta un reto sin precedentes, los vehículos eléctricos chinos: Sí no se adaptan, las consecuencias pueden ser irreversibles

La industria automotriz tradicional de Europa y USA enfrenta un reto sin precedentes, los vehículos eléctricos chinos: Sí no se adaptan, las consecuencias pueden ser irreversibles

Europa y USA -los principales mercados del mundo-, están en serios problemas con sus marcas tradicionales. El avance de los vehículos eléctricos chinos es tan inevitable, que si no actúan a tiempo puede que las consecuencias sean irreversibles (cierre de más fabricas, despidos, venta de marcas, etc). Si no se adaptan lo antes posible, buscando la manera de renovar sus productos, puede que antes de lo previsto muchas de las marcas que conocemos desaparezcan o sean vendidas.

Para conocer que está sucediendo en los principales mercados del mundo ante la avanzada China, Raúl Moreno, un consultor y asesor de la industria automotriz en vehículos eléctricos de origen español, pero que vive en México, realizó dos interesantes informes en sus redes sociales (leerlos abajo).

LOS INFORMES DE RAÚL MORENO:

La industria automotriz europea enfrenta un reto sin precedentes: competir con el liderazgo global de China en el mercado de los vehículos eléctricos:

  • Durante décadas, Europa fue sinónimo de calidad, innovación y prestigio en la industria automotriz, pero hoy, con más del 60% de las ventas mundiales de EV, China ha tomado la delantera.
  • En 2023, los fabricantes chinos vendieron 9,4 millones de EV, y las proyecciones para 2024 alcanzan los 11,5 millones.
  • Europa, en contraste, apenas logró 3,2 millones. Este dominio no es casualidad.
  • Con el respaldo masivo del gobierno y una inversión estratégica en toda la cadena de suministro, China ha logrado integrar verticalmente la producción de baterías, materiales críticos e infraestructura, dejando a Europa y EE.UU. con una marcada dependencia tecnológica y de insumos clave.
  • BYD, uno de los principales actores chinos, es un ejemplo del avance exponencial del sector.
  • Sus ventas pasaron de 395,000 unidades en 2021 a más de 4 millones previstas para 2024, triplicando beneficios solo en el primer semestre de 2023.
  • Pero no está sola: NIO, XPENG, SAIC Motor y otras marcas chinas están abarcando desde segmentos Premium hasta vehículos asequibles.
  • En comparación, los fabricantes europeos parecen estar reaccionando tarde.
  • Aunque empresas como Volkswagen Group y BMW Group han anunciado inversiones por 35,000 millones de euros para el desarrollo de nuevos modelos eléctricos.
  • Además, Europa enfrenta desafíos internos.
  • La prohibición de la venta de vehículos de combustión para 2035, aunque necesaria para cumplir con objetivos ambientales, representa un golpe al núcleo de su industria automotriz tradicional.
  • Oliver Zipse, CEO de BMW, lo describió como «la destrucción del corazón de la industria automotriz europea».
  • Jim Farley, CEO de Ford Motor Company, lo expresó claramente: la amenaza china no radica solo en los números, sino en la velocidad con la que avanzan.
  • Funciones avanzadas basadas en inteligencia artificial, costos reducidos y una agilidad impresionante en la toma de decisiones han permitido a los fabricantes chinos dominar el mercado.
  • ¿Qué debe hacer Europa?
  • No es suficiente depender de aranceles y regulaciones proteccionistas; la solución pasa por una estrategia integral.
  • Es imprescindible reducir costos mediante la integración vertical, fortalecer la producción local de baterías y materiales críticos, y acelerar la construcción de infraestructura de recarga.
  • Además, se requiere un enfoque renovado en la innovación tecnológica y en políticas laborales que incentiven la productividad y la calidad.

Los vehículos eléctricos chinos llegarán a EE.UU., con aranceles o sin ellos:

  • El mercado automotriz estadounidense ha sido tradicionalmente dominado por marcas nacionales como Ford, General Motors y Chrysler.
  • Sin embargo, la industria está experimentando un cambio profundo impulsado por la electrificación del transporte, lo que abre nuevas oportunidades para los fabricantes de todo el mundo, incluidos los de China.
  • Después de décadas de dominar el mercado doméstico, los fabricantes chinos de vehículos eléctricos han comenzado a explorar mercados internacionales, con Estados Unidos como uno de los destinos más codiciados.
  • En las últimas dos décadas, China se ha consolidado como el líder mundial en la producción de vehículos eléctricos, con gigantes como BYD, Geely, SAIC y NIO a la vanguardia. Estos fabricantes han realizado fuertes inversiones en investigación, desarrollo y producción, no solo en vehículos eléctricos, sino también en tecnologías clave como baterías de litio y sistemas de propulsión eléctrica.
  • China ha logrado ser pionera en la comercialización de vehículos eléctricos asequibles, y a medida que sus vehículos ganan aceptación en mercados como Europa, América Latina y Asia, se han posicionado como competidores fuertes para marcas tradicionales. Sin embargo, Estados Unidos, con su mercado de automóviles altamente competitivo y sus estrictos estándares regulatorios, representa un desafío único.
  • Estados Unidos ha sido históricamente un mercado difícil de penetrar para los fabricantes extranjeros debido a la fuerte competencia local y las barreras políticas. Sin embargo, la creciente demanda de vehículos eléctricos asequibles está abriendo una oportunidad para que las marcas chinas ofrezcan sus modelos en este país.
  • Un obstáculo clave para los fabricantes chinos en este mercado son los aranceles elevados. Actualmente, Estados Unidos impone un arancel de 102.5% sobre los vehículos eléctricos importados desde China, lo que hace que los modelos chinos sean considerablemente más caros en el mercado estadounidense. Sin embargo, estos aranceles no son insuperables. A lo largo de la historia, otros fabricantes internacionales han aprendido a adaptarse a las políticas comerciales de Estados Unidos, estableciendo fábricas locales para evitar tarifas elevadas.
  • Además de los aranceles, una nueva barrera significativa para los vehículos eléctricos chinos en Estados Unidos es la reciente prohibición de software chino en vehículos. Este «decoupling tecnológico» refleja una creciente desconfianza en las tecnologías chinas, particularmente en áreas críticas como la automotriz, donde la recopilación de datos y las funciones conectadas son cada vez más importantes.
  • Para superar este obstáculo, los fabricantes chinos de eléctricos podrían tener que adaptar sus tecnologías o incluso desarrollar nuevas plataformas de software que cumplan con los estrictos requisitos de seguridad de Estados Unidos. Una posible solución sería el desarrollo de software propio o la adopción de plataformas tecnológicas americanas, que garantice que los datos de los usuarios estadounidenses no sean almacenados ni procesados fuera del país.
  • Para superar las barreras arancelarias y las restricciones tecnológicas, los fabricantes chinos de vehículos eléctricos podrían optar por producir localmente en Estados Unidos.
  • Otra opción sería la colaboración con fabricantes de automóviles locales, como lo ha hecho Tesla con Panasonic, para integrar tecnología de fabricación estadounidense que cumpla con las regulaciones locales.
  • Si los eléctricos chinos logran superar los obstáculos regulatorios, podrían provocar una disrupción significativa en el mercado automotriz estadounidense. El modelo de negocio de los fabricantes chinos es muy competitivo, y la capacidad para ofrecer vehículos eléctricos asequibles podría poner presión sobre las marcas estadounidenses para reducir precios y aumentar la innovación.
  • Ford, General Motors y otros grandes fabricantes se verían obligados a adaptarse a esta nueva competencia, lo que probablemente conduciría a un abajo costo y una mayor innovación en el segmento de vehículos eléctricos.
  • La entrada de los vehículos eléctricos chinos en Estados Unidos es un tema complejo, lleno de retos y oportunidades. Aunque los aranceles elevados y las prohibiciones de software representan obstáculos significativos, los fabricantes chinos están demostrando ser resilientes y adaptativos. Las estrategias de producción local y adaptación tecnológica podrían permitirles superar estas barreras y finalmente lograr una mayor penetración en el mercado estadounidense.
  • Si los fabricantes chinos logran sortear estos desafíos, podrían alterar el equilibrio del mercado automotriz, ofreciendo vehículos eléctricos más accesibles y acelerando la transición hacia una movilidad más sostenible.

Para leer este informe completo, click aquí.

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