AFAC: La industria automotriz argentina es parte de la solución para un país con mayor desarrollo económico y bienestar

AFAC: La industria automotriz argentina es parte de la solución para un país con mayor desarrollo económico y bienestar

La entidad realizó un informe sobre los dichos del Diputado Nacional, José Luis Espert (leer abajo).

COMUNICADO DE AFAC:

La industria automotriz argentina es parte de la solución para un país con mayor desarrollo económico y bienestar

En representación del autopartismo argentino consideramos necesario referirnos a las recientes declaraciones del Sr. Diputado Nacional, Dr. José Luis Espert, en las que manifestó su opinión sobre la producción automotriz de nuestro país, en los siguientes términos: «La fabricación o armaduría de autos en Argentina, es un robo a mano armada. Habría que importar todos los autos y en las fábricas de autos fabricar cosechadoras, tractores, sembradoras».

Si bien valoramos gran parte de las ideas del Dr. Espert, principalmente en lo que respecta a la generación de bienestar por parte del sector privado, creemos que se ha expresado en base a conocimientos distorsionados e incompletos, y ciertos prejuicios que se han arraigado en algunos sectores de la sociedad sobre la industria en general, y en particular la automotriz.

Con una trayectoria de más de 100 años, la industria automotriz se ha consolidado como un polo de desarrollo tecnológico y de capital humano de gran relevancia, siendo un «semillero» para el resto de los sectores productivos y con presencia en gran parte de nuestro territorio (especialmente en Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe).

Esta actividad, aunque debe enfrentar importantísimos desafíos tecnológicos y geopolíticos a nivel mundial, tiene atributos para exponer con orgullo:

  • -Puesto 24 en el ranking de producción automotriz mundial, con sólo 32 países con producción por encima de las 200 mil unidades anuales.
  • -13 empresas automotrices produciendo localmente.
  • -442 autopartistas (mercado de reposición y OEM).
  • -Producción de 532 mil vehículos en 2024, 60% exportación (73% Mercosur, 27% Extrazona).
  • -Producción de autopartes por USD 8.808 Mill (2,9% del VBP Industrial).
  • -Empleo directo de terminales: 25.936 personas.
  • -Empleo directo autopartista: 43.429 personas.
  • -Cadena productiva que emplea en forma directa el 5,5% del empleo industrial de nuestro país, con posiciones de alta calificación y salarios muy por encima de la media.
  • -Exportaciones directas de autopartes por USD 1.283 M. (67,8% Mercosur y 32,2% Extrazona).
  • -Ahorro de divisas netas por 12 mil millones de USD.

Estos resultados se han obtenido a pesar de décadas de inestabilidad macroeconómica (a veces también política) y total falta de previsibilidad para decidir inversiones. La previsibilidad no se relaciona sólo con lo macroeconómico, sino también con el tipo de relaciones comerciales que caracterizan a una cadena productiva. Todo ello, sumado a erróneas y sesgadas políticas sectoriales, generó una reducción de la integración local de piezas, afectando sobre todo al eslabón autopartista (mayor generador de empleo directo de la cadena productiva). En ese sentido, celebramos los cambios estructurales que se están empezando a generar desde el gobierno nacional y gran parte de la dirigencia política.

Los nuevos desafíos requieren un replanteo de los objetivos estratégicos sectoriales y las políticas acordes para alcanzarlos, junto a medidas pragmáticas de coyuntura que aseguren una transición para la sostenibilidad de un nuevo modelo de negocio. Carecería de sentido destinar esfuerzos y recursos para sostener una cadena automotriz que no esté desarrollada integralmente.

Por ello se está trabajando actualmente en una agenda que incluye, entre otros, temas como la renegociación de acuerdos comerciales, estructura arancelaria efectiva de la cadena automotriz comercial y productiva, reglas de origen realistas para evitar triangulaciones, efectos no deseados de los esquemas de promoción de Manaos y Tierra del Fuego, nuevos convenios laborales y la carga tributaria sobre la producción.

Resulta muy pertinente recordar las palabras del Sr. Presidente de la República esta semana en un reportaje: «Es verdad que los autos argentinos son más caros porque son los que tienen la mayor carga fiscal».

Efectivamente, los vehículos producidos en la Argentina tienen un 54% de impuestos, luego de haberse eliminado el Impuesto País. Tal lo expuesto en un reciente trabajo para la cadena metalúrgica, de dicha pesada carga tributaria el 33% recae sobre las etapas productivas, con impuestos que no existen en la mayoría de los países con los que competimos. Por ejemplo, las autopartes locales utilizadas para el ensamblado de vehículos afrontan el peso de Ingresos Brutos, tasas municipales y todo su «efecto cascada», mientras que las piezas importadas afrontan sólo un pago a cuenta.

Está pendiente aún el análisis realista, sincero y transparente sobre las verdaderas causas raíz de las diferencias de costos y precios con otros países con economías de mercado.

Se necesitan condiciones que reduzcan drásticamente la carga sobre quienes producen y generan empleo en nuestro país, para que bajo una competencia equitativa y sin atajos, haya un sector productivo cada vez más sólido que aporte de manera constructiva al crecimiento económico y oportunidades para todos los argentinos.

La inteligencia evolutiva no radica en disolver lo construido a lo largo de décadas con enormes esfuerzos materiales y humanos, sino en la utilización racional del conocimiento acumulado como base del proceso de adaptación y continuo desarrollo.

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