Coradir, una empresa que nació como fabricante de baterías de Litio para celulares y notebooks, y otros electrodomésticos, incursionó en la industria automotriz de la mano de los pequeños eléctricos, el Tito y la pick-up Tita -ambos de la nueva categoría L de vehículos-, y el año que viene lo hará con dos nuevas motos eléctricas. Pero al parecer, la compañía puntana irá por mucho más.
Juan Manuel Baretto, me adelantó en exclusiva, en la charla que tuvimos cuando fui de visita a la planta en San Luis, que están pensando en desarrollar un auto eléctrico de la categoría M, es decir, la de los vehículos convencionales, como un Nissan Leaf o un Renault Kangoo.
Las fotos se encuentran en su tamaño original.
“Estamos trabajando arduamente en un modelo de estas características”, aseguró el presidente de la empresa. “El futuro es eléctrico y va a pasar. Los autos de clase m están llegando y va a ver un mercado que hay que suplir. Las marcas van a estar en igualdad de condiciones que nosotros cuando lancen sus eléctricos”.
Juan Manuel me comentó que su auto será muy distinto a uno de una marca convencional.“Yo estimo que el auto de clase m que hagamos nosotros va a ser muy distinto que el de las grandes multinacionales porque ellos vienen con otra historia. La idea nuestra es sorprender al público cuando lo presentemos. Nosotros sabemos que un eléctrico tiene más que ver con la electrónica que con la metalmecanica. Vamos a ver que resulta”.
De todos modos, explicó que para desarrollar vehículos convencionales necesitan realizar pruebas de choque y aquí no hay ninguna empresa que lo haga. Esto es un importante impedimento porque Coradir deberá realizarlo en el exterior y para una pyme eso es muy caro.
“Lo que pasa que en Argentina tenemos un problema, que para esta clase de auto te exigen el crash test del chasis y acá no hay ningún laboratorio homologado que pueda realizar estas pruebas. Con el INTI, que venimos hablando hace mucho, les dijimos que tenemos que trabajar en esto, porque sino podemos hacer esas pruebas acá, estamos obligados a contratar laboratorios externos como en Japón, Estados Unidos o Europa. Tenes que entregar el chasis y luego esperar a ver cómo le fue. Para una pyme es mucho dinero”, comentó Baretto.