Mercedes-Benz Camiones y Buses, que recientemente cumplió un año y medio operando de forma independiente en Argentina, celebra el legado y la trayectoria del icónico Unimog, un vehículo que ha dejado una huella duradera en la industria automotriz y en diversos sectores a nivel mundial.
Nacido como una herramienta de trabajo para el campo y la agricultura, el Unimog ha evolucionado a lo largo de los años para convertirse en un símbolo de innovación, versatilidad y resistencia. El Unimog es una línea de camiones medianos multiusos que ha experimentado frecuentes cambios técnicos.
Desde 1946, lleva más de 30 series de modelos desarrollados y más de 400.000 unidades vendidas. En sus comienzos, una máquina motorizada para usos agrícolas. Con su nombre derivado del acrónimo «UNIversal-MOtorGerät» (aparato motorizado para aplicaciones universales), el Unimog no es simplemente un camión ni un tractor, sino una creación ingeniosa que puede abordar múltiples desafíos en una amplia variedad de terrenos.
Desde su concepción, con un diseño sencillo, tracción integral, cuatro ruedas de dimensiones idénticas y un motor de 25 CV, el Unimog ha sido el compañero confiable de agricultores, trabajadores industriales y aventureros intrépidos. La configuración de su cadena cinemática le permitía circular a una velocidad de 0,5 km/h necesaria para su uso como tractor en el campo y llegar a 50 km/h al circular por caminos asfaltados.
Desde la primera producción en Alemania hasta las versiones fabricadas en otros rincones del mundo, el Unimog ha demostrado su capacidad para moverse por cualquier terreno y llevar a cabo tareas diversas, desde el transporte de mercancías hasta trabajos viales y la utilización de una amplia gama de implementos especializados.
Esta adaptabilidad lo convierte en un aliado indispensable para enfrentar los retos más desafiantes. Hoy este vehículo se utiliza en muy diversas tareas, como la extinción de incendios en zonas de difícil acceso, tractor agrícola, unidades de rescate o ambulancia en caminos que no podrían ser transitados por un vehículo convencional, múltiples aplicaciones en trabajos comunales y, por supuesto, actividades recreativas de turismo aventura.
En particular, la Argentina tiene un lugar especial en la historia del Unimog, siendo el primer país fuera de Alemania en fabricar este vehículo en el Centro Industrial Juan Manuel Fangio, ubicado en Virrey del Pino, La Matanza. La producción local incluyó diversas versiones como la U416/426 cabina simple y doble, U421/431 y la U406.
A pesar de que la producción local concluyó a principios de los años 80, se llegaron a fabricar aproximadamente 6000 unidades. En la actualidad, los Unimog que circulan por Argentina y por diversos países continúan siendo apreciados por entusiastas y aventureros que han restaurado y mantenido estas máquinas históricas para su uso en actividades recreativas y turismo aventura.