Toyota presentó por primera vez en Argentina sus diferentes tecnologías de motorización con las que se propone alcanzar la neutralidad de carbono antes de 2050. La compañía trajo al país cuatro vehículos de muestra que serán utilizados para difundir su enfoque para reducir las emisiones de CO2.
Las fotos se encuentran en su tamaño original.
Junto con los híbridos, que ya se comercializan en Argentina desde 2009, la línea global de vehículos electrificados de Toyota se completa con híbridos Plug-In (o “enchufables”), eléctrico a batería y de celdas de combustible de hidrógeno.
Estas cuatro tecnologías se incorporarán a América Latina a medida que se fortalezca la infraestructura de carga eléctrica y de hidrógeno.
Entre los vehículos que trajo la marca está el Mirai, el llamado FCEV (Fuel Cell Electric Vehícle). Se trata de la última generación de su vehículo eléctrico de celdas de combustible de hidrógeno.
Luego están los híbridos enchufables, el RAV4 PHEV y el Prius PHEV, y el eléctrico Lexus UX BEV (Battery Electic Vehicle).
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Durante un evento, del que participaron el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, la secretaria de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación, Cecilia Nicolini, y otros funcionarios, los directivos de Toyota explicaron el enfoque de la compañía para avanzar hacia la movilidad sustentable.
En nuestro país, donde la infraestructura de generación y distribución eléctrica está sobreexigida y la matriz energética todavía depende en gran medida de los hidrocarburos, los híbridos son una solución accesible y práctica. En la medida en que los países de América Latina avancen en el desarrollo de redes de carga, Toyota será capaz de introducir sus nuevas tecnologías y profundizar su camino hacia la neutralidad de carbono.
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El 88% de los vehículos electrificados vendidos durante 2021 fueron híbridos Toyota. Aproximadamente uno de cada tres Corolla y Corolla Cross comercializados en Argentina son híbridos, con un fuerte impacto en la reducción de emisiones. Las ventas de ambos modelos en 2021 arrojaron un ahorro estimado en 3.864 toneladas de CO2, equivalente a la absorción de carbono de 38 hectáreas de árboles maduros.