El diseñador argentino Gabriel Minutella, acudió al llamado de AUTO X, y envió a la casilla de mail (disenadores@autoxarg.com.ar) un interesante proyecto que realizó en 2010. Se trató de un pedido que le hizo presidencia de la Nación de aquel entonces, con motivo de tener un vehículo híbrido accesible y nacional para la apertura de lo que hoy es Tecnópolis.
Las imágenes se encuentran en su tamaño original.
El proyecto, el cual denominó “Criollo”, era un auto diseñado a base del Fiat 133 porque el planteo fue el de crear un auto accesible para el público argentino. A él lo contactaron porque llegó a la final del premio Innovar en 2008, con el proyecto ‘Baby Car’ (ver abajo). El vehículo estaba pensado para que sea híbrido, combinando combustión, eléctrico y GNC.
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Así iría ubicado el motor híbrido.
Gabriel Minutella es un reconocido diseñador industrial de trascendencia internacional. Comenzó a trabajar como diseñador en 1999. Entre los trabajos de su propia autoría se encuentran la embarcación Quicksilver 2500 y el desarrollo del vehículo Nach-One para la empresa Bravo Motor Company.
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Trabajó cómo docente en la Universidad de Palermo; y en el Marine Sur, estando a cargo del departamento de diseño industrial. Actualmente esta trabajando en la empresa internacional de construcción de fachadas ASTORI, y como diseñador industrial en las marcas The Inflatable Depot & I Depot Play, Australis Yachts y en Miami Automodelismo. Además, es el co-fundador de la compañía de cerámica Roella.
-CÓMO SE GESTÓ EL PROYECTO DEL CRIOLLO:
La historia del “Criollo” es muy particular. Así lo explicó, en exclusiva para Auto X, Gabriel Minutella:
“Lo que sucedió con este proyecto fue muy particular. Comenzó cuando recibí un llamado y posteriormente un e-mail de confirmación. Esto fue porque descreí que el llamado fuera cierto, ya que fue un pedido de presidencia de la nación”.
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Bocetos del Criollo.
“En aquel entonces (2010) estaban reuniendo proyectos que trataban de llevarlos a la realidad debido a que hubo un pedido de la presidenta de lanzar, lo que luego se conoció como Tecnópolis”.
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“En realidad me convocaron por el proyecto del ‘Baby Car’ que se había visualizado por haber llegado a la final del concurso Innovar en 2008 y fue la imagen pública de lanzamiento del mismo concurso para el año siguiente”.
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“Me dijeron que realice un presupuesto para la fabricación de una cierta cantidad de unidades pero que debía tenerlas listas en 3 meses. Mi respuesta fue que en ese tiempo era posible hacerlo, ya que debía importar varios componentes y los tiempos para la construcción era inviable”.
“A cambio les propuse la alternativa de este retrofit que complementa varias partes que se fabricaban en el país, sumado a una decena de moldes de PRFV y termoformado más algunas adecuaciones iba a poder llegar con el tiempo que ellos demandaban”.
“Luego de enviar el e-mail con el presupuesto y la explicación de qué trataba el Criollo, recibí otro e-mail en respuesta diciendo que desestimaban la contra-oferta”.
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“Acto seguido y por claras evidencias, fueron a visitar al arquitecto Bravo quien les ofreció un vehículo que yo había diseñado para él en 2005. Se trataba del Nach-One pero en versión eléctrica y con el denominativo de Buggy”.
“Fue así como el retrofit versionado de un Fiat quedó archivado y hoy por este medio aprovecho en contarles la historia de un proyecto más que, tal vez por no ser comprendido en su tiempo, pasa a ser solo un recuerdo”.
-ASÍ SE DISEÑÓ EL CRIOLLO:
El auto fue diseñado a base del Fiat 133. Al respecto Minutella comentó: “En 2010, lejos de conocerse el concepto de ‘Retrofit’, diseñé un vehículo eléctrico con variable híbrida denominado Criollo. El mismo estaba diseñado a partir de una plataforma de Fiat, puntualmente el modelo 133”. Y agregó diciendo: “Dicho modelo no fue demasiado agraciado en el país. Fiat lo había considerado como el potencial reemplazante del 600, pero solo se fabricó durante 4 años y su desempeño fue un tanto precario”.
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Así es la idea del motor híbrido para el Criollo.
La idea era crear un vehículo accesible para el público argentino. “El Criollo pretendía ser un vehículo económico en diversos aspectos, tanto de lo constructivo como también en cuanto a sus prestaciones”, manifestó Minutella. Y sumó explicando: “La propuesta planteaba un coupé de 4 plazas con capacidad de carga en la parte delantera. El capó integrado a los guardabarros delanteros aminoraba la cantidad de componentes. La soldadura entre los laterales y el techo en la carrocería pasaba a ser plana en la parte visible”.
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Proyecto Baby Car 2008.
Minutella hizo el trabajo de buscar los proveedores para llevarlo a cabo. Sobre este tema, explicó:“Dichas partes las había rastreado e inclusive contacté a un fabricante en la localidad de Aldo Bonzi que aún las estampaba para repuestos”.
El vehículo se había pensado para que sea híbrido, combinando combustión, eléctrico y GNC. Así lo explicó el diseñador: “Se había pensado para que tenga una versión híbrida con motor de GNC. Esta propuesta estaba destinada a la posibilidad de recorrer grandes distancias con recarga de manera rápida, algo que no permitía el sistema eléctrico, más en ese momento”.
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Bravo Buggy 2011 en Tecnópolis.
Este proyecto derivó además de un trabajo que Minutella realizó cuando se graduó de su carrera. “El proyecto Criollo es una derivación de mi trabajo de graduación de la carrera de Diseño Industrial”, agregó el diseñador.
Para contactarse con Gabriel Minutella: SITIO WEB – BLOGSPOT – LINKEDIN – YOUTUBE.
Sí sos diseñador automotriz y querés dar a conocer tus proyectos envía al mail disenadores@autoxarg.com.ar, con un descripción detallada de tu historia y la de cada uno de tus diseños, con imágenes y/o videos, para poder realizar el informe.
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