Gottlieb Daimler creó en 1896 el primer transporte pesado de carga del mundo. De esta manera, uno de los pioneros en la invención del automóvil y del bus, también fue el ideólogo del transporte de mercaderías por ruta. Aquél primer camión estaba basado en un vagón tirado por caballos.
La necesidad de crear este tipo de vehículos surge a partir de la Revolución Industrial, período en el cual se aceleraron los tiempos ya que los productos fabricados en masa tenían necesidad de llegar a más mercados.
EL PRIMER CAMIÓN DE LA HISTORIA
Uno de los mayores talentos de Gottlieb Daimler fue encontrar nuevas áreas de aplicación para sus motores. Además, del auto, el bus, la motocicleta, el tranvía motorizado y hasta una manguera de extinción de incendios motorizada, Daimler también fue el inventor del camión en 1896 con motor de combustión.
Para el desarrollo de esta nueva categoría de vehículo de transporte, Gottlieb tuvo como base sus inventos anteriores. El pragmatismo fue uno de los sellos distintivos de ese primer diseño: era un carro con motor trasero con 4 caballos de fuerza, equipado con una transmisión por correa con cuatro velocidades y un motor Phoenix de dos cilindros de 1.06 litros. El conductor se sentaba en el asiento frontal como si estuviera conduciendo un carruaje. El consumo de combustible era de aproximadamente 6 litros de combustible cada 100 kilómetros.
Gottlieb Daimler, el creador del primer transporte pesado de carga del mundo.
Este arquetipo estaba compuesto básicamente por una cabina elevada para el conductor en la parte delantera y una caja de carga con la leyenda “Daimler-Motoren-Gesellschaft Cannstatt” impresa en el lateral. Así nació el primer camión de la historia: un coche de caballos transformado con una carga útil de 1.500 kilogramos.
Su chasis contaba con un complejo sistema de suspensión por muelles que, además de amortiguar las irregularidades de los precarios caminos y carreteras de la época, sirve para compensar las vibraciones causadas por el motor.
El mecanismo de dirección utilizaba una barra para movilizar el eje delantero, en tanto que el conductor se sentaba en el asiento frontal mientras que el motor estaba en la parte de atrás. El motor estaba protegido por dos resortes helicoidales debido a que era muy delicado a las vibraciones generadas en el andar ya que, por aquel tiempo, las ruedas eran de hierro duro.
CREACIÓN DE LA BASE DEL CAMIÓN DE HOY
Este medio de transporte pionero en su tiempo incorporó además un sistema de engranajes mediante piñones que permitió trasladar la fuerza del motor a las ruedas y que constituyó un precedente del eje planetario, un elemento que fue distintivo y fundamental en la nueva generación de camiones que llegó años más tarde y que continúa siendo indispensable hoy en día.
Es decir que, con ese primer camión se anticipó, 125 años antes, cuáles serían las características comunes de estos vehículos: la transmisión por correa enviaba la potencia desde el motor a un eje montado transversalmente. Y así han funcionado los camiones Mercedes-Benz hasta la actualidad.
Tiempo después, a esa primera invención, se le desarrolló la particularidad que lo distinguiría claramente del automóvil: debía nivelar el camino hacia una carga útil cada vez mayor y por ello el motor se colocó en la parte delantera, debajo del asiento del conductor.
Para estos vehículos, Daimler realizó la mejora crucial en el motor mismo. En lugar de un encendido de tubo caliente, el nuevo encendido magnético de bajo voltaje de Bosch encendió la mezcla de gasolina y aire en los cilindros del motor de dos cilindros de 2.2 litros, y el radiador tenía un diseño más vanguardista y un novedoso sistema de enfriamiento.
Todos los comienzos son difíciles, sobre todo para las personas adelantadas a su tiempo. Y sí, el invento de Daimler necesitó algunos años para ser entendido por la sociedad de aquel entonces (más simpatizante con los vehículos de pasajeros) y no atrajo a un solo comprador en Alemania (sí a uno en Inglaterra, la cuna de la industrialización).
Gottlieb Daimler llevó adelante gran cantidad de innovaciones relacionadas con los camiones, pero fue cauteloso al principio antes de presentar su nuevo cinco toneladas al público ya que el modelo era muy moderno en ese momento. Durante meses, Daimler hizo pruebas que demandaron cargar toneladas diarias del trabajo de una fábrica de ladrillos y analizó minuciosamente los resultados.
Inicialmente, las ventas fueron muy lentas porque los oponentes al nuevo diseño del camión criticaron al motor diésel, por ser ruidoso y duro. A pesar de ello, poco a poco, el camión diésel de Mercedes-Benz fue aceptado por los vendedores en los concesionarios y agencias.
En aquel entonces, los medios de comunicación ayudaron a informar en detalle sobre la nueva e innovadora tecnología de accionamiento que sigue siendo líder hasta nuestros días.
Con el incremento de su potencia y capacidad de carga, el camión acabó demostrando su utilidad. Ya era evidente que los carros tirados por caballos no eran el modo más eficaz de transportar mercancías. A comienzos del siglo XX, los camiones se habían convertido en los nuevos reyes de las rutas.